miércoles, 27 de febrero de 2013

Preservar la democracia: obligación de todos

El 23 de febrero de 1981 los políticos españoles intentaban consolidar el reciente sistema democrático votando la investidura de Leopoldo Calvo Sotelo como presidente del Gobierno, cuando un grupo de guardias civiles asaltó el Congreso de los Diputados para dar un golpe de Estado. La intervención del rey lo impidió. España apostó por la democracia.

Treinta y dos años después miles de personas se manifiestan al grito de ‘dimisión’ frente al Congreso por la política de recortes del Gobierno y la corrupción. El rey está pendiente de la declaración de su yerno ante los tribunales que puede implicarle en sus turbios negocios. La Guardia Civil, integrada en el sistema democrático como cuerpo de seguridad pública dependiente del Ministerio del Interior y del de Defensa, trabaja con el asesino y exconvicto Emilio Hellín Moro, descubrimiento que ha producido un gran desasosiego. ¿Hay una debilidad institucional propicia para un nuevo intento de golpe de Estado que ponga en peligro la democracia?

El sistema de soberanía popular está avalado por una sociedad que se echa a la calle bajo el lema de ‘verdadera democracia’. Pero tiene un guardián mucho más poderoso, la Unión Europea. España forma parte de una comunidad de países en la que es requisito indispensable tener un sistema democrático, lo que garantiza su preservación. Las elecciones generales de Italia han provocado que el presidente del Parlamento Europeo se pronuncie a favor de la estabilidad y el respeto a los resultados que surjan de las urnas. La soberanía popular es la base de todo país desarrollado, es deber de todos cuidarla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario