martes, 12 de febrero de 2013

Sin información no hay democracia

Dar ruedas de prensa sin opción a que los periodistas pregunten se está volviendo habitual. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha llegado al extremo de sustituir la rueda de prensa que habitualmente se ofrece tras la reunión del partido por sentar a los periodistas a ver una pantalla por la que se ha retransmitido la conversación. Se ha dicho que esto es reflejo de la pérdida de calidad democrática que sufre el país.

Democracia e información están íntimamente ligadas. Uno de los pilares de un sistema democrático es la participación de los ciudadanos en la vida política y esto se consigue a través de la prensa. Esa es su gran misión: hacer de intermediario entre los poderes públicos y los ciudadanos mediante la información. Los políticos que se presentan en una comparecencia ante los medios para soltar un discurso que los periodistas han de repetir como loros están, no solo ofendiendo a la profesión, sino también incumpliendo con su deber democrático.

Las redes sociales incitaban estos días a los periodistas a no prestarse a estas situaciones. El problema está en que si nadie acude allí ¿quién hace ver el boicot que sufre la información con este tipo de prácticas? Informar también implica la responsabilidad de ir a esas ruedas de prensa en las que no se deja preguntar o hay que sentarse a mirar una pantalla, porque el valor informativo no estará en lo que digan, sino en el cómo lo digan, en el grado de desidia informativa al que ha llegado la clase política. Cómo se trata a la prensa es un índice de la calidad de la democracia, España cada vez parece tener menos.

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